La primera menstruación de mi hija...

¿Recibiste alguna iniciación cuando menstruaste por primera vez? En caso de decir sí, eres afortunada, muchas mujeres vivimos  nuestra primera Luna -Menarquia-  (primera vez que menstruamos) sin mucho más que dinero para comprar las toallas sanitarias que te envuelven en papel o meten en bolsa negra para que nadie se entere, tal vez lágrimas de nuestra madre, tías, abuela, o la persona que estuvo ahí y nos abrazo, sin podernos decir mucho más que, "ya eres una mujercita", "desde ahora ya puedes tener bebés", "ahora te vas a enfermar una vez al mes", "ay mi niña, por qué no te quedaste niña para siempre", "que nadie lo sepa, menos tu papá y/o hermanos", "debes tener cuidado de no mancharte", y la lista puede ser muy larga pero todas las frases con un tono de dolor, de padecer, y falta de información que nos hiciera sentir en paz, con gusto, celebrando mucho menos.

No por que las mujeres que estuvieron ahí sean malvadas y nos hayan querido condenar al dolor, sólo pudieron entregar lo que ellas mismas habían recibido, reproduciendo una educación alejada del instinto, las sensaciones propias del ser mujer, y una "cadena de dolores por el simple hecho de ser mujeres".


Ahora mismo si estás leyendo esto, estás justo parada frente a una revolución que cambiará tu vida, la vida de las mujeres que han estado antes que tú, y de las que están por venir, si eres madre de una niña que en algún momento tendrá su luna, o bien que ya la tuvo o esta por tenerla, puedes primero que nada darte eso que no tuviste y acompañar a tu hija a que viva su MUJER de una forma muy distinta a lo que te mostraron y a lo que tus ancestras han vivido.

Cuando sana una sanamos todas dicen las mujeres sabias, y si hoy te das algo que no recibiste y acompañas a que tu hija se lo de, el dolor será transformado en medicina que curara a las que estuvieron, a las que están y las que estarán.



¿Cómo comenzar?

Date un momento para centrarte unos minutos, a muchas nos funciona prender una vela, prender un incienso del aroma que más nos gusta, poner una música suave que nos relaja, tomar un baño y untar algún aceite rico y darnos un masaje en los pies, en el vientre, en las piernas, en tus pechos, en fin date la oportunidad de soltar las tensiones cotidianas y sólo permítete un espacio de calma.

Tal vez baste con tumbarte un rato y cerrar los ojos, pon tus manos sobre tu vientre, y recuerda, quién estuvo cuando tuviste tu primera menstruación, quién no estuvo, a quién se lo contaste, a quien no se lo contaste, hazte las preguntas necesarias que te permitan conectar con esa doncella que fuiste y que vive dentro de ti, esa mujer que por primera vez vivía la experiencia de menstruar, déjate sentir sin juicios, sin etiquetas, sólo permitiendo que la emoción brote y permitiendo que aquellas emociones que se quedaron sin digerir, sin poder ser expresadas, y que todavía están, fluyan como un río que tiene un cause y no se estanca, respira, toma el aire y déjalo ir como un ejercicio de soltar aquello que requiere ser renovado.



Una vez que sientas que ese río ha retomado su fluidez, que las emociones estancadas se van hacia un lugar de purificación. Pregúntate a ti misma, la de ahora y a aquella doncella dentro de ti, la de hace unos años, cómo te hubiera gustado vivir  esa primera menstruación, quién te hubiera gustado que estuviese, qué te hubiese  gustado que te dijeran, escucha esa guía interna, sabia y gentil que te dice cómo le hubiera gustado vivir ese momento tan importante en tu vida de mujer, en tu vida sexual.


Cuando te escuches,  siente como una madre amorosa y tierna se acerca a ti y te da eso que en su momento no llego, conviértete en tu propia madre amorosa y entrégate aquel regalo que estuvo guardado por tanto tiempo, esas palabras, esa mirada, ese estar que ahora inicia a la doncella que vive en ti, en uno de los eventos más importantes de tu vida. La  primera menstruación sólo ocurre una vez y  es tan única e irrepetible como tu propio nacimiento y si eres madre como el nacimiento de tus hijos.



A continuación propongo unas ceremonias de iniciación, es muy adecuado darte el baño que describo más adelante como parte de tu sanación y celebración de menarquia que no recibiste en su momento, prepara todo siendo tu propia madre amorosa y entrégate el regalo. Puedes hacerlo la primera noche de tu siguiente menstruación, recomiendo que antes de darte el baño te des ese espacio de escucha de tu propia historia en relación con este evento.


¿Deseas celebrar la primera menstruación y no sabes como comenzar?

Hay muchas formas de celebrar la primera menstruación de una mujer, aquí te propongo dos, una que me compartió una hermosa mujer medicina y maestra de la energía femenina Xanatl Barra, está  me resuena mucho por que tengo un especial gusto por la sanación por medio del agua y las flores, otra que me gusta mucho también por que es en círculo de mujeres y el círculo es sanador y bello, festeja la belleza de ser mujeres.

Sin embargo te invito a que las leas y las sientas, que estés en contacto con tu guía interna y permitas que esta te vaya diciendo como hacerlo, que modificar, en fin permite que la creatividad brote y te diga lo mejor para celebrar este momento único de tu hija y de ti como su madre.

También quisiera comentarte que es muy importante reconocer el deseo de tu hija, es decir comentarle estas celebraciones, tal vez hasta compartirle el cambio de paradigma que estamos viviendo al retomar las celebraciones menstruales, y también permitiendo que ella elija que le gustaría, que ella pueda sentir que es parte de, que no sienta que se le esta forzando, por eso es muy importante que si tu como madre nos recibiste una iniciación, antes que cualquier cosa, tu puedas darte a ti misma eso que te hubiera gustado recibir, para que al estar frente a tu hija, puedas acompañarla desde lo que tuviste y no desde lo que te hizo falta.

Celebrar en círculo:

Invita a las mujeres de su vida con quienes desean compartir esta celebración, aquí también pueden invitar varones, el papá de la doncella a la que se le celebrará, hermanos, primos, etc. Es muy importante que la chica a la que se le hará su celebración elija a los invitados, que cada una traiga una vela y flores para la mujer que hoy celebra su primera Luna, ten listo un estambre rojo.


Sentad@s en círculo, hacen un mándala o una  linda figura con las flores en el centro y ponen flores al rededor de la mujer a quien celebran, van prendiendo la vela  de una en una y le comparten su luz, con el estambre van sosteniendo un pedazo de ese estambre y tejen y sostienen cada una su pedazo de la red, conforme van sosteniendo el pedacito de estambre que le corresponde le van regalando unas palabras a la mujer  en menarquia, recomiendo que estas palabras sean palabras llenas de confianza, de amor , de poder, en donde honren la vida de la mujer, por ejemplo si esta una tía presente, puede platicarle la alegría que sintió cuando supo que venia en camino y su mamá estaba embarazada, tal vez otra mujer cuente el primer momento que la cargo cuando era una bebé, otra el día en que la conoció y el regalo que ha sido para su vida haberla conocido, una historia de poder, de luz, de amor que las conecta como mujeres y que les hace especiales en la iniciación lunar de esta doncella que por primera vez recibe la sangre que fluye dentro de ella misma por su matriz y su vagina.


Celebrar con un baño con flores:

Vas a preparar un té en una olla lo más grande posible, o varia ollas si es que en casa no tienes grandes..
Más o menos es un té de unos 15 a 20 litros de agua.
Ingredientes del té: 20 gramos de canela, 500 ml. de miel de abeja y los pétalos de 13 rosas rojas, también puedes poner un poco de manzanilla y flores de caléndula. 

Procedimiento:

Hierve el agua, una vez que ha hervido añade la canela y la miel, revuelve y deja a fuego lento 5 minutos, apaga el fuego y pon los pétalos de las rosas en el té y si has conseguido manzanilla y/o caléndula también ponlas , tapa y deja que repose 5 minutos más.
En el baño donde se hará la celebración puedes poner unas velas, incienso, música que les guste y les permita entrar en calma.

Si tienes tina, pon agua calientita al gusto de la mujer que tomará el baño, y después ve poniendo un poco del té que has preparado, si no tienes tina puedes comprar una de plástico de buen tamaño para el baño, o bien tener una cubeta con agua más fría en donde rebajarás el té que has preparado anteriormente y dar un baño de enjuague,  sólo vertiendo el agua calientita.
La mujer a quien se le celebra la menarquia, entra a la tina ya con el agua previamente atemperada, o bien comienzas a bañarle con el agua que has preparado.


Conforme la bañas, le vas dando palabras de amor, le das la bienvenida a este nuevo ciclo en su vida, le das las gracias por existir, le dices lo bella e importante que es, en fin contacta con tu corazón y deja que las palabras fluyan, juntas pueden cantar y todo lo que deseen hacer en ese momento único, incluso en algún momento puedes entrar a tomar el baño con ella y juntas disfruten de los aromas, de la dulzura y sobre todo de la compañía que se dan.

Insisto en que estas propuestas son sólo algunas, yo me di mi baño de celebración y de autosanación cuando mi hija tenia 2 años y juntas tomamos este rico baño de amor, para mi hija que apenas hablaba era todo un acontecimiento, era un bello juego, aventamos los pétalos al aire, reímos y en algún momento como pudo mi niña me pregunto por que nos bañábamos con flores y recuerdo bien que le dije: " por que hoy muchas mujeres nos hemos sanado, yo te voy a dar este baño y tu se los vas a dar a tus hijas en su momento". Doy tantas gracias a mi maestra Xanatl por que me ha acompañando a ese auto reconocimiento y por que me acompaño a sanar esta parte de mis ciclos como mujer, y con esa misma generosidad que ella lo compartió conmigo, hoy deseo compartirlo contigo.

"Cuando sana una sanamos todas" y es parte de nuestra hermosa labor como mujeres cuidar,, sanar y celebrar a nuestras doncellas no escuchadas, no celebradas, las internas y las que se presentarán en nuestro camino.

 ¡¡¡ Que viva la sangre de vida, que vivan todas las mujeres, que vivan los vientres !!!



Texto escrito por Lila Guerrero
Madre, doula y gestora general de COmadres. 




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