Mi violencia disfrazada


Amada Tribu, en estos momentos María y yo nos encontramos en una etapa de transición, mi bebé que cada día se hace más una niña, me muestra la gran verdad de que nada permanece estático, que todo se transforma, que Todo esta en constante movimiento.

Ahora puedo sentir como se hace cada vez más independiente, y como en sus propias palabras mi compañía se queda corta con sus necesidades, después de pasar casi tres años sin separarnos casi nunca, compartiendo sus descubrimientos y cada uno de sus logros, nos llega la etapa de la escuelita, en verdad que cuando recién la tuve en mis brazos y solo estaba para darle la teta, cargarla, acariciarla, para nacerme madre con ella, sentía este momento lejos, lejos...

No he podido evitar mirar una y otra vez las fotos de cuando era una bebé, y con lágrimas en los ojos, me doy cuenta de que el tiempo ha pasado, que lo que le pude dar, se lo he dado a su ser bebé y es mejor para ambas confiar en ello, que dentro de esa niñita que corre veloz por el parque y que me dice "yo puedo, yo solita" , en mis ojos de madre todavía veo a mi "bibi". Que a su vez me cuestiona la vida, me acompaña como una amiga con la que comparto la mayor parte de mis días.

Y entre sus deseos por mirar amigos más veces, por jugar con niños de manera más constante, por comenzar a conocer y descubrir al Mundo con sus propios ojos, y aun que me duela escribirlo sin mi presencia todo el tiempo,he postergado su comienzo en la escuela a pesar de que todos los días me dice, ya voy a ir a mi escuela? y algo dentro me duele por que se que estoy anteponiendo mis miedos y mis sentires a los de mi hija, he tenido días de gran tristeza, de un vacío en el que en mi ceguera emocional, no me atrevía a identificar o no sabía decir de donde venía, he adjudicado a mil cosas, pero hoy por fin me atreví a mirar de donde venía la tristeza y el dolor a que María entrase a la escuela. Reflexiono y me pregunto, acaso esta necesidad de no separarme de María ni un instante a pesar de su deseo por asistir a una escuela, no es violencia también? pues estoy anteponiendo mi deseo y anulando el de ella, en mi miedo no dejo que ambos deseos co-existan, co-creen, se acompañen y se transformen en el amor.

Transformar la relación, el tiempo juntas, transformarnos como díada.

Hoy por la noche al ir a la cocina, algo se ilumino, y de pronto me recordé muy adolescente platicando con mis amigas, y diciéndoles que si yo un día tenía hijos, sería una mamá que siempre estaría ahí, que no me perdería por nada la primera vez que sonrieran, que gatearan, que caminaran, que siempre estaría presente cuando conquistáran algo, por que sabía que mi mamá no había podido hacer esto, y que a mi no me pasaría lo mismo. En ese momento me desmorone, me di cuenta de que ese decreto había tomado tanta fuerza en mi, que lo había cumplido al pie de la letra. Pero ahora ese decreto me esta pesando, con todo lo que he leído, lo que la maternidad me ha traído como herramientas para autocontenerme, se que quien estaba hablando en aquella adolescencia era ese bebé interior herido, que esta necesidad de no perderme nada de lo que hace María, es más una necesidad de mi bebé interior por ser mirada y por no sentirse abandonada , y que si con valentía no enfrento esta necesidad, se la estaré heredando a mi hija.

Me desnudo ante ustedes, me atrevo a escribir esto, para sentir que de algún modo, mi tribu me esta acompañando en este paso, sé que con toda la angustia que me genera el pensar que no estaré ahí con mi bebé todo el tiempo siendo testigo de su nueva etapa en la escuelita, a ambas este espacio nos dará mucho gozo, aprendizaje, pero sobre todo y aun que suene raro el llevarla a la escuela es un acto de amor, es un acto de perdón a aquello que me han heredado, es el acto que rompe una dinámica de culpa y abandono.



Amadas mías, desde el corazón y con mucho amor les comparto este post, que es el inició de mi intento por deshacer un nudo que nos liberara a María y a mi, para vivir plenamente esta nueva etapa que ya esta aquí, que es urgente vivir y abrazar, por que María no deja de crecer, por que María todos los días extraña a sus amigos, y todos los días extraña a alguien, por que desde el corazón se que lo que extraña es sentirse niña libre de mis culpas, mis apegos y mis miedos.

Al escribir me doy cuenta que nunca dejo de aprender a ser madre, que la maternidad me ofrece en charola de plata una oportunidad constante y renovada de crecer y sanar, dolores y miedos de antaño, que si lo veo de con los ojos del amor, la maternidad todos los días me abraza para hacerme un mejor ser humano.

Gracias María por seguir siendo mi maestra, por que en tu amor,en tu no hacer, haces todo y lo transformas, gracias por hacerme madre todos los días de mi existir. Te Bendigo Siempre mi "tunita".

COmadres, gracias por ser una vasija que contiene, que me contiene y me enseña que la generosidad de una madre va más allá que para sus propios hijos, son el acto amoroso del que el Universo me colmo para recordarme que la desolación es una ilusión por que ahí están SIEMPRE SIEMPRE SIEMPRE. Benditas sean

Con las manos en el corazón. Lila


Comentarios

  1. y tú siempre con tanta luz para repartir!! gracias por abrir tu corazón, eso también calienta el mío y me asegura que no nos hemos equivocado, que la tribu nutre, abraza, acoge y no juzga.
    es un privilegio tu amistad.
    te quiero!!

    ResponderEliminar
  2. LILA. Aquí estoy leyéndote y acompañándote. Yo también pasé por un proceso similar cuando mi hija, María, entro al jardín. Tuve que enteder y repetirme todos los días que "Esa es mi manera de cuidarla". Y me emociona todo lo que aprendiste, descubriste y te animaste a sacar a la luz. A veces duele, pero es necesario que lo saquemos para afuera para no perjudicar a las peques. Desde ya te digo que no te vas a perder ningún aprendizaje nuevo... Ya que muy para mi sorpresa, María todos los aprendizajes los hace en casa, cuando vuelve del jardín o los fines de semana cuando está con nosotros, su familia.
    Te mando un abrazo lleno de energía :)

    ResponderEliminar
  3. Lila, de verdad q traes un proceso bien profundo y fuerte al respecto, gracias por compartirlo y confiar en nosotras, eso en si ya es parte de tu terapia para sanarlo. Como yo digo, escribir y compartir es como una sesion de terapia. Cada una tendra su experiencia propia, sus ideas y por ello manejamos diferente esta etapa q justo yo ahora misma estoy viviendo con mi nena, pero de un modo totalmente diferente, pese a que ambas y la mayoria de nosotras compartimos nuestro estilo de crianza con apego, maternaje, lactancia prolongads, rtc. Solo digo q no hay recetas ni la manera correcta en q debamos tomarlo, pero si me atrevo decirte (cosa q no debo hacer pero igual t anima) que si hay un tema en tu terreno pendiente, pero q ya veras w si dejas fluir las cosas como la vida misma te las pone (yo lo llamo Dios en mi propia creencia), y confiada en q lo q has hecho es maravilloso y q ahora esa misma maternidad, como nuestra leche, se adaptara por naturaleza a la etapa de crecimiento q sigue para ambas! Las quiero mucho mucho de verdad y se pronto estaremos platicando de sus escuelitas con total tranquilidad!

    ResponderEliminar
  4. Queridas Comadres, sus palabras me llenan de gozo y amor, me recuerdan lo cerquita que estamos!!! me maravilla lo rico que es compartir las experiencias de mamá a mamá, sus palabras y el corazón puesto en ellas son medicina. las amo!! Gracias!!!!!!

    ResponderEliminar
  5. Lila, mujeres bellas que en su decir son espejos, de eso que es ser madre, mujer, compañera, amiga, maestra..., para mi las palabras tuyas Lila resuenan profundo y bello, en este querer hacer las cosas de otra manara sanado heridas mirando mi niña..., para mi por ejemplo ha sido tremendamente sanador ver a mi hija y su padre desarrollar esa hermosa relacion que se da entre hija y padre.. ya que a mi mi padre biologico se me murio a la edad de 2 años 4 meses y ha sido un graaan tema en mi vida sanar ese vinculo primario con el padre, con lo masculino. y me espejeo en el sentido de que al ser madre siento se abre un portal inmenso de sanar dolores viejos y al mismo tiempo de recuperar esa niña maravilosa, sin juicios, alegre y vivaz, amorosa, amada.., que camino tan profundamente transformador cuestionador y bello este de ser mujer madre!!, hermoso poderlo compartir con esta tribu urbana maravillosa!!, todo el amor!!, gracias por sus compartir por su escucha por su reflejo, por sus palabras!!!

    ResponderEliminar
  6. Me encanta tu manera de escribir, lo conectada que estas contigo misma y lo abierta a ver todo lo que se te presenta. Admiro este proceso que tienes. Y espero seguir aprendiendo de ti y de todas las mamás, compañeras y amigas que esta maravillosa tribu me ha permitido conocer. Gracias.

    ResponderEliminar
  7. Hola lila, Tao ha nacido a penas hace un mes con sus poquitos días, me gusta el blog, es una ventana. El recibimiento de Tao fue algo duro, ahora come y duerme en mi pecho, todavía no nos organizamos para separar esa relación alimento físico y alimento emocional, ahorita tengo tiempo y puedo esperar y observar y satisfacer la mayor de las veces su necesidad, después, ya no sé, ese es el temor "malacostumbrar" y que después sufra más. Saludos a ti y a María, sí creo que los niños necesitan su espacio de autosuficiencia y sí creo que una mamá que lo ha dado todo no quiera separarse ni un minuto, confiar, nada más, no sé. Gracias por el tiempo.

    ResponderEliminar
  8. Lila, eres lo maximo! Se te quiere y se te da las gracias por ser genuinamente TU!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario