Somos CO-creadoras


Empiezo esta sesión con una frase que meses atrás encontré en un libro:


“No existe nada que sea CORRECTO O INCORRECTO. Lo único que existe es lo que funciona y lo que no funciona, dependiendo de qué es lo que quieras SER, hacer o tener”.




La lectura de estas líneas me invitó a una reflexión profunda. Pensé que los calificativos que “hacemos-hago” como correcto e incorrecto son inventos de nuestra imaginación. Son juicios que hacemos, etiquetas que creamos a medida que avanzamos. Son valores que vamos estableciendo dependiendo de qué es lo que queremos, individualmente, como sociedad o como colectivo.

Y con estos planteamientos damos inicio a una sesión filosófica y reflexiva correspondiente al mes de enero.

En este período del puerperio y maternidad me cuestiono mi “sistema de creencias”. La recién pasada época de Navidad Interior me llevó a cuestionarme, como nunca antes, ¿qué creencias quiero seguir sosteniendo para mí?, ¿qué creencias estoy sembrando con mis actos en mi hija?, ¿son mis creencias una herencia familiar, una imposición social o un cúmulo de experiencias que conscientemente estoy entregando?,

Me cuestiono esto porque el fin último como madres, mujeres, personas, humanas, almas, etc. es SER FELICES y la felicidad es un estado, la felicidad es una energía. Un estado no intelectual, sino sentido, vivido por la emoción. Por tanto, la felicidad implica experimentación.

¿Qué situaciones me hacen feliz?

¿Qué situaciones no me hacen feliz?

¿Qué experimento en la maternidad que no me invita al camino de la felicidad?

Busco a nivel personal dejar de conformarme. Vivir la vida que quiero CREAR, experimentar mi propio modelo. Y con ello ver la perfección que me otorga la vida.

Me he estado preguntado ¿qué voy a gozar HOY? Así, me invito a estar en tiempo presente, evitando “irme a dar una vuelta” al pasado pensando que cuando “tenía xx cosas era mejor la vida” o bien al futuro “cuando tenga una chica que me ayude en la limpieza de casa todo el día, todos los días, entonces sí podré xxx”.

El camino de la maternidad invita a cuestionarnos nuestras creencias. La creencia conforma la experiencia y la experiencia integra la percepción de la vida. ¿Qué cosas ya no estamos dispuestas a seguir creyendo, a seguir sosteniendo?. Hay creencias que nos provocan un caos emocional y en muchas ocasiones nos llevan a la manifestación de la enfermedad.

¿Qué creo de mi rol de madre HOY?

¿Qué creo de modelo educativo para mi hija(o)?

¿Qué creo de la relación de pareja?

¿Qué creo de las Fiestas Navideñas?

¿Cómo me vivo con lo que creo HOY?

¿Quién soy yo, la suma de mis creencias acumuladas? ó ¿un replanteamiento a mi renacer como madre alberga en mi un cambio de creencias?

La propuesta en esta reunión es: preguntarnos más personalmente, escucharnos más, auto observarnos más y con ello encontrar la propia sombra para que salga, se manifieste, se exprese, se haga consciente y así entender y comprender más nuestro rol de madres educadoras, nutricias y amorosas para nuestro crecimiento, el de nuestros hijos(as), nuestros hombres, el de la comunidad y el de nuestra sociedad.

Mis mejores deseos para que renazca en cada una de ustedes una posibilidad real de construir la mejor VERSIÓN de ustedes mismas.

Desde el corazón,

Gabriela Ledezma

COmadre

Conclusiones de esta sesión:

Confiar en la sabiduría innata de mujer, de madre, para saber elegir lo que fuciona y lo que no.

Tener apertura para conocer diferentes manifestaciones de pensamiento, de puntos de vista, intereses y maneras de percibir la vida.

Integrar, a partir de una visión neutral, los acontecimientos externos y darles una explicación al nivel de evolución personal.

La obscuridad tiene un sistema operativo inteligente y una organización eficiente para hacer "atractivas" sus ofertas. Incrementa exponencialmente sus seguidores a través de la comida chatarra y el consumismo.

"Caminar" en la maternidad con congruencia y consistencia.

Escuchar con apertura la tradición oral de las abuelas, de los mitos locales, considerando la sabiduría que hay en ella.

Preguntarnos: ¿con qué lleno mi contenedor emocional, con amor o con miedo?

Los eventos externos son oportunidades de replantearnos: ¿quién quiero SER ante este evento?

Recordar la máxima: "Como madres hacemos lo mejor que podemos, reaccionamos de acuerdo al nivel vibratorio o emocional que nos alcanza".

Cuidar la salud y la de nuestros hijos(as).

Tener presente: "Tú eres responsable detu realidad, tú la co-creas".

Asumir la responsabilidad de hacer o no hacer las cosas.

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