Los hijos crecen y a cambios hay nuevos momentos.

Días atrás me encontraba triste de ver como ha crecido María y la pregunta que siempre me hacía era: ¿y mi bebé?

Es muy fuerte ver como crecen de rápido los hijos, y aún que María y yo hemos permanecido pegadas desde el día que nació hasta hoy que tiene año nueve meses, el tiempo ha pasado muy rápido, ya no la puedo tener cargada todo el tiempo en el rebozo, ahora en vez de llorar me pide las cosas por su nombre, me dice lo que tiene y lo que necesita, en fin, puedo observar lo casi niña que es. En medio de todo esto la sensación de tristeza me inundaba, hasta que lo pude exteriorizar y mi compañero, amigo y padre de María me dijo: pero no crees q todo depende de como lo veas, María esta en constante cambio pero tu también y su relación igualmente, en su momento, no termine de entender lo que me quería decir. Hasta estos días que estamos en una ciudad nueva y en la que, con los ratos de ausencia del papá, solo nos tenemos una a la otra.

Hemos jugado, corrido, reído, nos hemos acompañado, inaugurando una nueva etapa en nuestra relación mamá-hija, ahora puedo sentir como se convierte también en mi amiga y yo en la suya.

El momento clave en el que tuve esta certeza, fue ayer por la tarde, cuando después de correr y hacer burbujas por largo tiempo en la plaza degollado (Guadalajara, Jalisco México), le pedí que nos sentáramos a tomar algo y ella sin más me acompaño, atravesamos la calle y nos encontramos con el "Café Degollado", afuera tocaban Jazz y ella eligió una mesa para poder ver a los músicos, ordene un agua para María y un "afé" descafeinado para mí, con el ocaso sobre la catedral, el jazz en nuestros oídos, María comentó lo que habíamos hecho horas antes, me reí a carcajadas cuando me imito y ella rió conmigo, juntas aplaudíamos a los músicos y gritábamos otra, otra!!! en fin fue un momento maravilloso en el que María y yo inaugurábamos esta nueva etapa en nuestra relación y en el que me despedí de la tristeza que albergaba mi corazón por su rápido crecimiento y di la bienvenida a mi amada Amiga María.

Comentarios

  1. felicidades, hermosas!! me conmovieron con la historia. es cierto que, en algún momento que no siempre tenemos certero, los hijos se convierten en grandes compañeros, cómplices, como dices, amigos.
    las queremos mucho.
    maribel y luca

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  2. Que hermosas imágenes me transmitió tu relato, me hizo pensar en mis hijas, justamente también estos dos días anteriores también ha sido una etapa nueva con ellas. Hace dos días fuimos a CU, fue toda una odisea llegar allá, el metro se quedó sin luz y la llegada allá fue más larga y con muchas sorpresas inesperadas, caminanos, subimos, bajamos, y ellas no protestaron para nada, me quedé sorprendida y me di cuenta que ahora nos podemos mover más, que ya no le tienen miedo a las aglomeraciones, que ya son más pacientes, que caminan tramos más largos sin cansarse. Al ir caminando con ellas me sentía una mamá muy afortunada de tenerlas y de poderlas disfrutar de esa manera, también me di cuenta que ya no son unas bebés, sino unas pequeñas niñas que disfrutan también mucho mi compañía y conocer escenarios diferentes.
    Ayer, después de otra vez andar de vagas me acompañaron a tomar un café, Susana mencionó que nos la estábamos pasando bien las tres, entiendo que ella también estaba disfrutando ese momento no tan nuevo pero sí, diferente y muy muy disfrutable. Me di cuenta que nos relacionamos mejor, ahora que estamos en casa con la dinámica cotidiana, estoy pensando como preservar esa amabilidad mutua que vivimos, les acabo de decir que si nos apuramos a nuestros quehaceres más tardé vamos a un café o al parque a leerles el cuento de Alicia, y ese fue un gran motivante, sus caritas de entusiasmo lo expresaron.

    Karla

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  3. Que gusto sabernos tan acompañadas y que mejor q por nuestros amadas Hijas o hijos!!!

    Que vivan las relaciones amorosas entre padres e hijos, entre madres e hijos y en familia!!!!

    Un beso a todas y a toditos!!!

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