Las emociones en el crecimiento , el silencio acompañado.

¿Cómo estar frente a una rabieta, qué hacer cuando niñas y niños con quienes convivimos se muestran de un modo que a los adultos nos hace saltar ciertas emociones?




Aquí el asunto es que muchas madres y padres nos estamos preguntando como estar frente a los más pequeños de edad, estar sin herir, estar sin que "el automático" salte, en palabras de la Presencia Biodinámica, estar sin juzgarnos ni juzgar a quien esta frente a nosotros en este caso nuestros hijos. 

Pero voy a empezar por el principio, por el momento en el que por primera vez me acerque a la terapia de Presencia Biodinámica. 

La primera vez que experimente la Presencia Biodinámica fue en una sesión individual con Laura Cao Romero (partera), explicarla es sencillo pero intentar transmitir lo que viví en ella es lo complicado, sobre todo por que a su vez la propia terapia es muy "simple", el practicante Esta, hace contacto contigo, puedo decir que desde lo sutil hasta lo más físico, quien comparte la practica pone sus manos en algún lugar de tu cuerpo y se queda ahí, acompañándote, presenciando tu cuerpo y todo lo que ocurra durante la sesión, aquella vez estaba embarazada
, me encontraba muy agripada, y con muchas dudas respecto a si parir en casa era lo mejor, sobre todo por que me sentía muy presionada por mi familia para elegir mejor un parto en hospital , cuando algo dentro de mi lo que de verdad quería era parir en casa. 

Aquella vez la terapia fue a tal profundidad que pude sentir mis dudas, y lo que estas me  hacían sentir, pude sentir mis emociones, pude sentir todas las emociones que habían en mi, ante el hecho de parir en casa y ser cuestionada de si esto de verdad era lo mejor, Laura jamás me cuestiono lo que sentía, sólo estuvo ahí conmigo mientras yo con palabras y sin ellas le contaba mi historia y si puedo llamarlos así, mis miedos al estar a punto de dar a luz y no saber si estaba tomando la mejor decisión. 

Al salir de la sesión la congestión nasal había bajado, me sentía con más fuerza corporal, era como si en ese dejar ir los mocos, estuviera dando espacio para que otras ideas, otras emociones tomarán un lugar en mi, finalmente elegimos que parir en casa sí era nuestra opción, por que todo estaba sano, por que el cuerpo de mi hija y el mío estaban en el lugar y con la salud para parir en casa. Nadie manipulo mi decisión, nadie me dijo que hacer, pues Laura en la terapia prácticamente estuvo en silencio, pero yo me pude escuchar a mi y a mi hija, nadie más, ni un palabra externa, sólo ella y yo sintiendo que podíamos parir y nacer en nuestra casa. Laura ya me había dicho que si quería ir a un hospital ella me podía acompañar también, así que tenía las opciones frente a mi (que usualmente eso es lo que más ansiedad me da, no saber cuál opción elegir) pero sí lo sabía, sólo había que estar un rato en silencio, en un silencio acompañado, estar en mi, estar conmigo acompañada, sentir que alguien ahí estaba para que yo me tocará, es como si el contacto del otro me acompañara al contacto conmigo. 

Nació mi hija en casa, los meses pasaron, ambas nos íbamos acompañando en crecer, en ir reconociéndonos en esta nueva etapa, ahora ella fuera de mi vientre, pero cerca de mí. 

En retrospectiva puedo darme cuenta de lo reparador que es para la relación conmigo misma, saber que nadie me dijo que hacer, o condujo mi conducta para que yo hiciera algo que respondiera a las exigencias de alguien más, ese regalo que me trajo la Presencia Biodinámica fue el de estar en mi, y ahí saber que yo se, que mi hija sabe y que ninguna decisión es mala o buena, que solo ES. 

Luego volví a tener la experiencia con la Presencia Biodinámica en un taller de Biodinámica Perinatal, en este enlace puedes leer mi experiencia en este taller: La crianza Biodinámica .

Después asistí dos veces a los talleres largos con Carles Company (quien ha compartido esta práctica desde hace años y la difunde en distintos países), puedes leer los textos que Carles comparte y más sobre él en el siguiente enlace: La Bendición de la Inseguridad .

Puedo decir que no me he llenado de conocimiento, ha sido por lo contrario me he vaciado de todo ese ruido que tiene mi historia, de lo que nos dicen, de lo que debería, es como si cada vez profundizara más en un lugar del que con los años me fui alejando, de ser menos yo y a su vez ser más yo, ser la vida, ser un cuerpo en donde la potencia de la vida se expresa, el punto es que tanto me permito que esa potencia se exprese o no, que tanto me bebo el regalo de vivir en un cuerpo que siente, que está vivo, o bien muchas veces cuanto me limito para no sentirme potente vital, VIVA.


Y es que hablar de acompañar las emociones de mi hija, sin hablar de la compañía que me doy a mi misma con mis emociones, sería incongruente, es claro ahora para mi, que estar conmigo misma, permitirme sentir (sin juzgarme, que muchas veces me resulta muy difícil), va de la mano con como acompaño a mi hija en sus emociones. pues si yo estoy en una constante lucha con lo que siento, si quiero no sentirme como me siento, si muchas veces me alejo de sentir, si huyo de mi misma, si me escapo de lo que me ofrece mi capacidad de sentir, cómo estar frente a alguien más sin hacer lo mismo? 

Carles nos compartió entonces una charla sobre  como estar con niñas y niños ante sus emociones, comienza con el hilo que destapó la curiosidad de hacer esta charla, "gestionar las emociones", que en realidad en su momento ese era mi punto en una charla virtual que tuvimos, yo le decía hace unos meses vía Facebook, cómo acompaño a mi hija a gestionar sus emociones, en esa charla surge la propuesta de hacer entonces este encuentro con más padres y madres que nos hacemos preguntas sobre cómo estar con nuestros hijos ante sus emociones (claro no las "bonitas", aquellas que nos hacen botarnos de nosotros mismos, aquellas que nos confrontan con la violencia que muchas veces sacamos hacia nosotros mismos y los niños), comienza diciendo que las emociones no se pueden gestionar, yo no pude evitar soltar una carcajada, y es que los encuentros con Carles tienen eso muy particular, mirar desde otro lugar, nos llevan a la sorpresa, es decir hoy no venimos a hablar de gestionar, venimos a hablar de vivir, y la vida es sorpresa, es no esperar lo esperado, es dejarnos sorprender con aquello que no imaginamos, es estar en el no control de nada, llevo casi 4 años encontrándome con Carles y siempre hay algo nuevo, por que así es la vida, siempre nueva. 

Yo le pedía una charla sobre gestionar la emociones y el no me da aquello que esperaba y es que todavía mi automático actúa, -quiero algo que me de el control otra vez, quiero un manual simple a seguir que me conduzca cuando no me se conducir a mi misma y a mi hija- pero realmente nos podemos conducir? realmente se puede seguir un manual? puedo decir después de la charla que sí, existe una forma, pero esa forma es lo que precisamente me ha traído hasta aquí, hasta el lugar en donde no me estoy viviendo con todas las letras, ese automático que nos somete, que nos castra de sentir, que separa cuerpo, emociones, acciones, pensamientos y nos mete en una dinámica de lucha contra uno mismo, y contra el otro, el otro que muchas veces resulta ser con quien más convivimos como padres y madres, los hijos. 

Gracias por no darme un manual de gestión de las emociones, gracias por no alentar la separación de mi misma, gracias por no alentar esta incesante lucha, en esta charla hablamos de sentir, hablamos de vivir, de la oportunidad de estar vivas y vivos, de los regalos que nos dan aquellas emociones que muchas veces no queremos sentir, hablamos de que desbordar la emoción o negarla en ambos casos es huir de la misma, es huir de nosotros mismos, es huir de la oportunidad de vivir. 

Constantemente Carles repite, permítete sentir como te estas sintiendo, sin juicios, sin etiquetas, escribirlo es simple, vivirlo es el punto, pero permitirnos vivirlo, como una práctica constante, darnos cuenta de cuando estamos huyendo de nosotros mismos, volver a la emoción y dejar que viva lo que tiene que vivir en nosotros es la más grande oportunidad de ser libres, ser libres de nosotros mismos, de nuestra historia, de lo que nos contamos y nos contaron. 

Estar frente a nuestros hijos, escuchando lo que sienten (muchas veces sin que tenga palabras), escuchando ese llanto, esa risa, esos arrebatos de emociones, estar sin querer saber por qué, sin querer conducirlos hacia un lugar que a nosotros mismos nos de lo que queremos, sólo dejarlos que expresen, sin juzgarlos, pudiendo brindarles una Presencia plena, es un regalo, el regalo de no tener que ser presos de si mismos, el regalo de nuestra presencia es lo más que podemos ofrecer a nuestros hijos, pero es algo que sólo se puede dar cuando nosotros mismos podemos acompañarnos, sin intentar gestionar, organizar, administras, sólo permitiendo que nuestras emociones vivan, por que ahí es el lugar en donde experimentamos la vida, en el sentir.


Yo me sigo haciendo muchas preguntas, me sigo preguntando cómo no encerrarme en estos automáticos que me adiestran, que intentan meterme en un cajón que me etiqueta, que me diga si es bueno o es malo, cómo saber si es correcto o incorrecto, y es que he aprendido a no ir a favor de mi, a ocultar lo que siento, a fingir que me siento de otra forma, cómo no desbordar en mis emociones, y cómo vivirlas y dejarme vivir en ellas, dejando que lleguen y se vayan, y sobre todo retomando el poder sentirme como me quiero sentir, y sin echar la culpa a lo que pasa en el afuera. 

No culpar a nadie, ni a mi misma, dejarme sentir, estar conmigo y hacerme compañía, regalarme la oportunidad de saber que el poder de sentirme como me siento es mío y desaprender que cuando yo me siento así es por algo que lo detonó allá ,afuera de mi, poder darme cuenta de que lo que ocurre fuera de mi y como yo lo siento en realidad es una oportunidad, es decir aquello que pasa afuera y las emociones que experimentó ante eso que ocurre sólo me están dando la oportunidad de vivir, por que vivir con este cuerpo es sentir, sentir es vivir, la pregunta es: me dejo sentir, me dejo vivir, dejo que el otro viva y sienta?

Decíamos en la charla, los niños son maestros, y Carles nos preguntaba maestros de qué?, hoy puedo decir que maestros del sentir, del vivir pues, y claro que cuando uno es adulto y esta frente a ese maestro del sentir, quiere reprimirlo, por que hemos aprendido a alejarnos de sentir sin juicios y sin etiquetas, por que nos muestran algo que hemos olvidado, hemos olvidado vivir, los hijos vienen de la vida, nos recuerdan la esencia y la potencia de la vida, nos muestran y nos dan su compañía, no nos juzgan , no nos etiquetan, para ellos no somos buenos o malo padres, para ellos lo que sentimos no están bien o mal, es lo que nosotros les enseñamos lo que les hace ir relegando las emociones, lo que les hace discriminar "las malas emociones" y así heredamos una enseñanza de la vida que nos aleja de la vida. 

Los seres humanos no venimos a la vida para no vivirla, aún cuando eso hemos aprendido, venimos a la vida para permitir que viva en nosotros, venimos a compartir vida con más seres humanos, y si venimos a compartir vida, por qué alejarnos de ella, hemos venido a experimentar una vida en un cuerpo que siente, ¿nos vamos a dejar sentir sin hacer responsable al otro de nuestro único poder? que es sentirnos como nos estamos sintiendo, nadie más, nadie puede sentir lo que cada uno siente, nadie puede modificarlo, nadie es dueño de las emociones del otro, y es ahí donde no hay control, pero hay una rara enseñanza de que sí podemos controlar y así vamos educándonos como raza humana, queriendo manipular- controlar lo que sentimos y creyendo que podemos hacerlo con los otros, y si las cosas no salen como uno quiere entonces surgen las guerras en menor o mayor escala, y nos limitamos a sentir una rango pequeño de emociones.

Cómo acompañar entonces las emociones de niñas y niños, tal vez observándolos más, permitiendo que ese maestro que viene sin etiquetas y sin juicios nos muestre como se vive-siente, tal vez regalándoles la compañía  de estar con ellos sin juzgar como se sienten, sin que haya un por que, no hay mayor aprendizaje de lo que llamamos paz, que parar la lucha con nosotros mismos, queremos niños y adultos en paz, pues comencemos a dejar de luchar en lo íntimo y privado de cada uno.

Lila Guerrero #LaCOmadreLila


Carles visita México cada año, te invito a conocer todas las actividades que habrá este año, visitando el sitio de Presencia Biodinámica México: https://presenciabiodinamicamexico.com/



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